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MUJERES, CUATRO CASOS DE ÉXITO

MUJERES, CUATRO CASOS DE ÉXITO

MUJERES, CUATRO CASOS DE ÉXITO

Aunque en los negocios de hostelería es común escuchar comentarios como “felicita al cocinero” o preguntar “por el dueño” cada vez son más las mujeres al frente de las empresas del sector. Algunas han continuado la saga familiar, otras se han metido de lleno sin experiencia previa, para unas crear su empresa les ha permitido vivir en su tierra y criar a sus hijos y para otras, sacrificar muchas horas sin ellos.

Hoy, en el día de la Mujer Trabajadora hablamos con cuatro de ellas, ejemplos de éxito y esfuerzo cada una en su negocio, con historias diferentes pero con un denominador común: no se imaginan haciendo otra cosa.

 

Ana Blasco- Casa Pardina Alquezar

Ana y Mari Blasco propietarias de Casa Pardina en Alquezar

Ana y Mari Blasco son dos hermanas que nacieron en la casa en la que hoy está su restaurante, Casa Pardina, en Alquezar. En los años 80 sus padres abrieron un bar en la entrada del pueblo, Mesón del Vero y aunque Ana estaba estudiando, primero estudios secundarios y después la universidad, ambas estuvieron 23 años trabajando con ellos.

Era un trabajo duro, que exigía dedicación completa y pese a ello, abrieron unos apartamentos de alquiler turístico y una tienda de productos locales. Hace ya 15 años se dieron cuenta de que la hostelería no se podía gestionar como antaño y decidieron dar forma a su sueño: recuperar la casa familiar, Casa Pardina, y convertirla en un pequeño hotel y restaurante.

Así, hace 13 años abrieron el restaurante con la idea de “hacer algo pequeño, pero distinto a lo que había en Alquezar y que pudieran gestionar ellas” y pronto, gracias sobre todo al boca-oreja tuvieron éxito. Actualmente, en Casa Pardina hay ocho personas trabajando contándolas a ellas y si todo va bien, a finales de este año o principios del que viene, abrirán el hotel.

Es sobre todo una apuesta por el territorio y por eso, de los 6 apartamentos turísticos que gestionaban, solo uno es para alquiler vacacional y los otros son de alquiler residencial, ya que son conscientes de la dificultad que hay en lugares pequeños dónde hay trabajo para encontrar viviendas para quienes quieren trabajar y vivir ahí.

Ana cree que las mujeres en el medio rural, sobre todo debido a la economía de subsistencia que había en la mayoría de los pueblos, desde siempre han tenido que realizar todo tipo de trabajos y por ello considera que no han tenido más dificultades a la hora de emprender que un hombre. Eso sí, medio en broma medio en serio, reconoce que cuando hacían las obras y llegaban los gremios, era habitual tener que explicar que “no va a venir el dueño o el encargado, porque las dueñas somos nosotras” y esa espinita la tiene clavada.

Apuestan por la conciliación, aunque reclaman más ayudas en ese sentido y también por la defensa de la mujer en el mundo rural. Ana explica que vivir en un pueblo es difícil pero que hay que luchar por lo que se quiere porque “aunque sea difícil, se puede hacer”

Ya lo creemos que se puede hacer, Ana, tú misma eres el ejemplo.

Casa Pardina

Calle Medio s/n 22145 Alquezar –  Tel. 974 318 425

 

Begoña Martín- Casa Chongastán

Begoña Martín propietaria de Casa Chongastán en Chía

 Hace 16 años, Begoña trabajaba en la notaría de Benasque. Un trabajo fijo en Benasque, de lunes a viernes, en una oficina. Algo que quien sea de la zona, sabe que no es fácil. Sin embargo, decidió liarse la manta a la cabeza y dejar su trabajo para abrir con su familia el restaurante Casa Chongastán en Chía.

En realidad, con su familia siempre habían hablado de “montar un restaurante”. Su madre guisaba de maravilla y ella, como tantos jóvenes de la zona, había trabajado en vacaciones en restaurantes. La idea era sencilla en apariencia. Su madre le enseñaría a guisar y servirían la ternera que su hermano cría en la granja familiar a los turistas que en verano atraviesan el pueblo para coger la pista del Collado de Sahún hacia Plan.

De todas formas, para estar seguros de que la idea era tan buena como parecía, hicieron que su padre contara los coches que pasaban. En un día contó 150. Las cuentas salían y así nació Casa Chongastán que este mes de julio cumplirá 15 años.

En este tiempo han tenido que invertir muchas horas de trabajo, tanto en cocina como en sala y han pasado de “ser la madre y la hija” a estar 7 personas trabajando. Ser empresaria de hostelería le ha permitido criar a sus hijos, aunque cuando los niños tienen fiesta es cuando más trabaja, y también poder vivir donde ella quería: en Chía.

Un proyecto basado en la cocina tradicional sin más pretensiones que la de hacer felices a quienes van a comer a Casa Chongastán y que ha resultado un éxito. Eso sí, pese a sus cálculos, de sus clientes muy pocos son turistas camino de Plan, sino que se llenan con clientes que suben la estrecha carretera que les une con el resto del valle de Benasque solo para disfrutar de su comida.

Para ellos, esto es una grandísima satisfacción y cualquiera que conozca las carreteras de la zona se dará cuenta de que aquella idea de Begoña tiene que ser por fuerza un restaurante muy especial.

Casa Chongastán

Calle Carretera s/n –

 

Mariola Oriol- Café bar El Punto

Mariola Oriol propietaria de El Punto en Huesca

Hace 25 años Mariola decidió lanzarse a la piscina y montar su negocio. Y decimos lanzarse a la piscina porque como ella misma dice “empezó la casa por el tejado” ya que siempre había querido dedicarse a la hostelería, pero no tenía formación y tuvo que aprender sobre la marcha. Ahora, reconoce entre risas que si pudiera volver atrás “lo haría al revés” y primero se formaría.

Cuando Mariola abrió su negocio, la zona no se parecía mucho a cómo es ahora. Donde ahora vemos un barrio moderno y en crecimiento, lleno de familias y otros comercios, entonces había casas, pero también muchos solares vacíos y sobre todo una especie de frontera invisible porque allí “se acaba Huesca”.

No debía faltarle pasión por su trabajo ya que ella misma dice que los primeros años fueron muy duros. Su madre le ayudaba a sacar el negocio adelante y así funcionaba. Luego llegó el boom de la construcción y un gran desarrollo urbanístico en la zona, con lo que el barrio se llenó de trabajadores de la construcción y ella rápidamente adaptó su bar a las necesidades de los nuevos clientes.

Pero las obras se acabaron y los obreros dieron paso a los nuevos vecinos, en su mayoría gente joven y familias y Mariola volvió a reorientarse para adaptar su oferta a la nueva realidad del barrio.

Esa capacidad de adaptarse y sobre todo, ser consciente de que para seguir adelante hay que formarse e innovar siempre, son seguramente las claves de su éxito. De hecho, cuando hablamos con ella para escribir estas líneas, está camino de Madrid para asistir a una feria de innovación. El Punto ha recibido muchos premios por sus tapas y se ha convertido en un referente en Huesca, pese a que se encuentra “lejos” del centro. El Punto ha crecido y evolucionado con ella y ahora tiene también un equipo.

Sin embargo, no olvida lo complicado que ha sido llegar hasta allí y las muchas horas de trabajo que conlleva un negocio de hostelería. De hecho, como mujer considera que lo más duro es la conciliación como empresaria y madre y sobre todo teniendo en cuenta que los horarios en su caso son complicados. “A mis hijos los cogían mis padres el viernes, y yo iba a por ellos el domingo”

En cualquier caso, y pese a todo, la hostelería sigue siendo lo que más le gusta y no se imagina haciendo otra cosa. Mariola lo tiene claro, si una joven le pidiera consejo sobre si empezar un negocio de hostelería le diría que “si le gusta, adelante” aunque es complicado y hay que estar al pie del cañón con lo que eso supone a la hora de tener familia.

Café Bar El Punto

Calle Teruel 37, 22005 Huesca – Tel. 974 23 02 10

 

María Gil . Hotel el Pilar

María Gil propietaria del hotel El Pilar

María Gil nació y se crió en un hotel ya que desde hace unos 70 años, su familia ha estado regentando hoteles en el Valle de Benasque. Representa a la cuarta generación de la familia Valero Llanas que abrió el hotel Benasque en 1936 y al que siguieron otros establecimientos que conformaban el Grupo Valero.

Su familia fueron pioneros en apostar por el turismo de montaña y todo un referente en materia de turismo. Construyeron el primer hotel de 4 estrellas, el Hotel Aneto con María al frente hasta que, a raíz de la crisis de 2008 que les afecto mucho, el hotel pasó a la propiedad del Grupo Costa. María siguió gestionándolo durante años hasta que sus tías, Elisa y Teresa, que gestionaban el único hotel que seguía perteneciendo a la familia se jubilaron.

Esto ocurrió en 2021, y María decidió como ella dice “hacer una apuesta con el corazón” y continuar el proyecto de la familia. Esta temporada 21/22 es el primer año con María al frente del Hotel El Pilar, un establecimiento histórico de Benasque que lleva abierto al público desde hace décadas y que da trabajo a cerca de 20 personas.

María cuenta que en su familia casi siempre han sido las mujeres las que han estado al frente de los hoteles y que para ellas ha sido casi algo natural. Que creció dentro de un hotel y sus hijas también lo están haciendo y para ella, fuera de las temporadas de máximo trabajo, es una manera excelente de poder conciliar.

Pero esto no significa que su apuesta sea cómoda o complaciente. Todo lo contrario. María quiere hacer crecer El Pilar, que las personas que trabajan con ella concilien bien y que tengan más oportunidades y por eso apuesta por abrir todo el año en vez de limitarse a las temporadas para intentar asentar puestos de trabajo estables.

En suma, convertir de nuevo El Pilar, como lo fue durante años, en un referente sobre todo entre los vecinos de Benasque.

Cuenta con la experiencia y sobre todo la ilusión y las ganas, así que estamos seguros de que lo conseguirá.

Hotel El Pilar

Avenida de Francia 67,  Benasque – Tel. 974 551 263

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